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OLAS SIN PLÁSTICO

En esta entrevista conoceremos la historia de Raquel a quien admiro mucho, pues es una de las personas con más compromiso social que conozco. Es de estas mujeres que hacen magia con el tiempo y consiguen aprovecharlo al máximo. Leyendo su libro sobre viajes, me sorprendió la variedad de voluntariados que ha hecho, en situaciones que al menos yo no tendría la fuerza psicológica de hacer. Raquel refleja para mí un auténtico avatar de los que habla Eckart Tolle, de esas personas que hacen mucho sin perderse en el ego, sino por el contrario siendo cada vez más humildes. Gracias Raquel por todo lo que haces y por querer compartirlo en este blog. Os dejo con la entrevista en la que nos cuenta en detalle sobre sus voluntariados y proyectos.

 

¿Qué edad tenías cuando hiciste tu primer voluntariado? ¿Cómo fue esa primera experiencia?

 

Mi primer voluntariado local fue con 19 años con Gorabide. Fue una experiencia muy interesante porque me permitió aprender sobre diversidad y, al mismo tiempo, nos lo pasábamos muy bien con las actividades de ocio que hacíamos.

Mi primer voluntariado internacional fue con 20 años, recién acabada la universidad y lo realicé en Bolivia. Aquella experiencia fue sumamente especial, tanto que repetí al de poco tiempo. Para mí Loma Alta, donde yo vivía en Bolivia, es mi segundo hogar. Aquella fue la oportunidad de mi vida para crecer como persona, para aprender otras formas de vida y para sacarme de aquella burbuja en la que había estado viviendo hasta ese momento. Rompí con prejuicios sobre qué era el “Tercer mundo” y aprendí mucho gracias a las personas que se cruzaron conmigo en aquella vivencia. En especial aprendí de la Hermana Graciela, que con paciencia y confianza dejó que yo asumiera responsabilidades que en otras circunstancias nadie me hubiera dado. Siento una gratitud infinita hacia ella y hacia la oportunidad que me dio la vida de aprender tanto.

 

Has escrito un libro sobre tus experiencias viajando sola, la mayoría hablando sobre tus voluntariados en distintas partes del mundo…¿Qué es lo mejor de utilizar tus vacaciones en estos proyectos?

Sin duda lo más gratificante es tener la oportunidad de aprender otras formas de vivir, otras formas de hacer las cosas. Cuando viajo con mirada de turista todo es distinto, no me da tiempo a profundizar en la cultura del lugar ni a conocer apenas a la gente local. No digo que en un mes me lleve una idea 100 % real de la gente y el lugar pero sí más acertada que si solo paso un día o dos visitando sitios bonitos.

 

¿Cómo te han transformado estas experiencias?

 

Supongo que me han transformado en muchos aspectos. Por un lado siempre me han hecho más consciente de lo privilegiada que soy en algunos ámbitos, por ejemplo en la suerte de abrir el grifo de agua y poder beber o fregar, en tener una lavadora y no estar horas haciendo la colada, en que tengo acceso a la sanidad pública. Además he tenido la oportunidad de recibir una buena formación académica y poder estudiar todo aquello que he querido.

Al mismo tiempo estas experiencias me han hecho poner la mirada en cuestiones que no son tan ideales en donde yo vivo, por ejemplo, en el sentimiento de pertenencia a una comunidad. Tal vez si aquí viviese en un pueblo pequeñito no sentiría tanta diferencia, pero la unión que he visto en otros lugares, el apoyo entre familias y vecinos no la he vivido aquí (Y ojo, que no quiero decir que no haya conflictos en esos lugares y todo sea idílico. Como se suele decir en todas las casas se cuecen habas).

Con los años he ido cambiando mi forma de estar cuando he visitado un nuevo lugar. Hace años llegaba con mil ideas sin conocer mucho la realidad, ahora me paso mucho tiempo escuchando, viendo, observando y charlando, porque siento que las ideas no deben salir solo de mí, al fin y al cabo yo llego, me quedo unos días y luego me vuelvo a mi casa.

 

¿Qué nos enseñan estas comunidades sobre sostenibilidad y buen vivir?

 

Nos enseñan todo. Por un lado a no derrochar ni a comprar por comprar. En general, compran lo que necesitan. Por ejemplo, con la ropa que llevé de los hijos de una amiga en Ibel (Senegal) repartimos ropa como para 20 niños y niñas.

También he visto casos de antenas parabólicas colgadas en casa de cartón, porque evidentemente lo mismo que aquí estamos influenciados por lo que vemos en la televisión o en Internet en el resto del mundo, salvo rincones muy remotos, también sufren esta influencia que nos hace perder un poco el norte de lo que realmente es prioritario en nuestra vida.

Lo que más aprendo cuando viajo fuera es a vivir despacio. Aquí necesitamos hacer mil cosas al día y sin parar para sentirnos útiles. Parece que si no acabas el día diciendo: “Estoy agotada” diera la sensación de que estás perdiendo tu tiempo. Cuando veo a gente vivir con otro ritmo, que se paran a charlar, a reír con la gente que se cruzan, que el reloj no es un condicionante a cada segundo que pasa, siento envidia. Durante un tiempo me contagio de eso, pero al de unos días en casa vuelvo a mi ritmo frenético de actividades.

 

¿Qué te motivó a crear la iniciativa Olas sin plástico?

 

Yo voy mucho a la playa porque practico bodyboard. Con el tiempo comencé a darme cuenta de que había siempre muchos plásticos en la arena, y de vez en cuando en el agua. Comencé a recogerlos cuando salía de mi sesión de olas, al igual que algunas de mis amigas.

Un día, conduciendo hacia la playa, se me ocurrió que eso que hacíamos nosotras podían hacerlo el resto de surfistas y corcheros. Al fin y al cabo la mayoría vamos todo el año al mar y tenemos acceso a lugares que otras personas habitualmente no tienen, lo cual es una oportunidad para dejar limpios esos rincones. Ahí me vino la idea del hastag #olasinplastico. Así que lo que comenzó siendo una página de Instagram y Facebook se ha terminado convirtiendo en una asociación ecofeminista  por el cuidado del planeta. De esta forma nuestro impacto es y esperamos que siga siendo mucho mayor.

 

¿Qué actividades hacéis y cómo conseguís los apoyos necesarios para llevarlas a cabo?

 

Aunque estamos más centradas en realizar limpiezas de playas abiertas al público, también hemos dado alguna charla sobre ecofeminismo, cómo reducir el consumo de plásticos en nuestro día a día,… A través de nuestro canal de Youtube ofrezco ideas para tener un consumo más responsable, crítico y transformador. En nuestra web también informamos sobre alternativas al plástico, hablamos de proyectos con impacto positivo en el planeta, así como de personas que practican surf y bodyboard.

Los apoyos a veces surgen a través de las redes sociales, el boca a boca, a través de nuestra página web y de sinergias que surgen en la vida. Además, económicamente nos financiamos con el dinero de las personas socias y de los Teamers (a través de una plataforma nos donan un euro al mes). Actualmente tenemos camisetas por las que se puede donar dinero. En definitiva, vamos buscando la manera de autofinanciarnos y sostener los gastos que tenemos a lo largo del año.

 

¿Por qué crees que pese a todas las campañas y la aparente concienciación que tenemos todas las personas, se siguen generando tantas cantidades de plástico?

 

Creo que por una parte hay desconocimiento. Hay mucha información pero poco veraz, la gente cree que todo lo que es de plástico se puede echar al contendor amarillo y que de ahí será reciclado, y eso no es así. Por lo cual la respuesta de la gente al plantearles que reduzcan su uso de plástico es: “Yo ya reciclo”.

Por otro lado hay un tema de comodidad. Le damos tan poca importancia a nuestro autocuidado y tanta a ser lo más rápidos posibles que la gente ni mira qué tipo de envases mete en sus casas. La gente va al súper y compra por los ojos, sin pensar en si eso es saludable, si viene envuelto en un material que puede contener disruptores endocrinos o que pueden ser cancerígenos. Y mucho menos se para a pensar en el planeta o el impacto que puede tener, total, solo son unos plastiquitos (que ya reciclarán).

Por último, no nos lo ponen fácil. Entras a un supermercado, por ejemplo, y puedes salir con la cesta vacía si pretendes comprar cosas que no vengan envueltas en plástico. Hay una producción excesiva de plástico, es increíblemente barato (¿Cómo puede ser que una bolsa sea gratuita y haya que pagar, por ejemplo, por algo que crece en el campo?) y no hay una buena legislación que ponga fin a esta producción. Hay demasiados intereses económicos en no frenar esta producción, se hacen leyes que dan risa y que no se cumplen. Por ejemplo, este año entra en vigor que queda prohibida la venta de productos de un solo uso, como tenedores de plástico. ¿Cuál es la estrategia de estas empresas? Poner que son reutilizables. Es decir, te venden el mismo tenedor de plástico de siempre, pero te dicen que lo puedes reutilizar. Mientras se sigan permitiendo estas artimañas el avance hacia una vida sin plástico va a ser muy lento.

 

¿Se ha reducido o ha aumentado el consumo de plástico en los últimos años?

Ha aumentado muchísimo, se llegan a plastificar hasta mandarinas peladas, es el absurdo del sobreembalaje. Hace unos años se compraba a granel, tú llevabas tu botella de cristal para la leche y la rellenabas y la volvías a utilizar… muchísima comida se compraba a granel, la gente llevaba su carro de la compra,…

Por suerte ahora está surgiendo un movimiento bastante fuerte que busca las alternativas que teníamos en el pasado, como poder comprar todo a granel, llevar tus propios envases de casa para rellenar en la tienda,… Tenemos las esperanzas puestas en que comprar a granel no sea un privilegio sino en un derecho al alcance de todas las personas. De hecho, este año estamos involucradas en un movimiento a nivel nacional con la mirada puesta en ese fin. El proyecto se llama “La cara invisible de planeta” y muy pronto lo daremos a conocer en las redes.

 

¿Cuáles son las principales alternativas al plástico que existen hoy en día?

Para mí las más válidas son las que duran en el tiempo y tienen menor impacto en el planeta. Para comprar fruta, verdura, legumbres, semillas, harina, pasta,… uso bolsas de tela. Evito no solo los plásticos sino también los envoltorios de papel y las supuestas bolsas biodegradables.

En algunos utensilios hay alternativas de bambú, de coco, de cristal, de metal,… según de qué objeto estemos hablando. Y el mejor residuo, sin duda, es el que no se genera.

 

 ¿Pueden otras personas unirse a Olas sin plástico? ¿Cómo? ¿Dónde podemos encontrar más información sobre esto?

Sí, nosotras encantadas de que siga creciendo esta comunidad tan bonita. Se pueden unir a nuestras limpiezas, involucrarse un poco más y apoyarnos en otras de las actividades que hacemos de charlas, difusión de información, apoyo a distintas campañas por el cuidado del planeta,…

Económicamente pueden asociarse, unirse a Teaming, hacer un donativo puntual, apoyarnos con material, dando difusión de la labor que hacemos,… hay millones de maneras de formar parte de Olas sin plástico.

 

Puedes encontrarnos en

  • Web: www.olasinplastico.org 
  • En Instagram: https://www.instagram.com/olasinplastico/ 
  • En Facebook :https://www.facebook.com/Olasinplastico
  • En Twitter: https://twitter.com/olasinplastico
  • En Youtube:https://www.youtube.com/channel/UCv-6SkNhalSXVpioPOR7wzA
  • En Teaming: https://www.teaming.net/asociacion-olasinplastico-?lang=es_ES
  • Email: olasinplastico@gmail.com