
UNA PÍLDORA CON HISTORIA
La primera píldora anticonceptiva oral que se inventó fue el Enovid, la cual fue aprobada en Estados Unidos en 1960 después de varios años de investigación y pruebas clínicas. Cuando se introdujo en el mercado, el Enovid contenía de 3 a 7 veces más estrógeno sintético y de 3 a 98 veces más progestinas sintéticas en comparación con las formulaciones actuales. Sus inventores, hombres por supuesto, fueron el químico Carl Djerassi, el obstetra y ginecólogo John Rock y el biólogo e investigador Gregory Pincus. El enovid fue la primera droga desarrollada para desactivar una función corporal perfectamente normal en mujeres sanas.
En el momento en que surgió la píldora anticonceptiva se tenía una visión muy distinta de las cosas. Por ejemplo, existía la creencia de que el pesticida sintético DDT y fumar en un avión era algo bueno y normal. También se pensaba que la anticoncepción debía ser ilegal. Sin embargo, aunque ahora nos horroriza pensar en la posibilidad de fumar en un avión, consumir alimentos fumigados con DDT y tenemos una tecnología telefónica que no para de avanzar, en cuestión de la píldora no hemos cambiado mucho. Para ilustrar este punto, un estudio en 2017 reveló que los métodos actuales conllevan el mismo riesgo de cáncer que las antiguas píldoras con altas dosis de estrógeno. Y aunque se usen términos como “Nueva generación”, eso simplemente hace referencia a la década en que se inventó esa progestina en particular.
DILEMAS Y LENGUAJE ALREDEDOR DE LA PÍLDORA
Es mucho lo que podemos decir sobre el uso de la píldora y su efecto sobre nuestra experiencia vital como mujeres. Pero vamos a empezar diciendo que a las mujeres desde el principio, no se nos ha informado adecuadamente sobre los efectos secundarios que tienen estas drogas sobre nuestra salud. Esto continúa siendo cierto hoy en día, aún cuando la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ha clasificado los anticonceptivos orales combinados como un cancerígeno del grupo uno debido a un claro vínculo entre el uso de estos y los cánceres de cuello uterino, mama e hígado.
Por otro lado también es necesario puntualizar, pues es posible que no lo sepas, que el sangrado de la pastilla anticonceptiva bajo ningún sentido puede igualarse, al ciclo de tus propias hormonas. Por el contrario, es un sangrado inducido por fármacos y programado deliberadamente en un patrón de 28 días con el fin de simular un proceso natural del cuerpo y facilitar de este modo su aceptación inicial. El lenguaje es importante, así que no podemos usar la palabra “periodo o regla” cuando nos referimos al sangrado provocado por la píldora anticonceptiva. En su lugar, sería más adecuado llamarlo “sangrado por deprivación” o “sangrado provocado por la píldora”. Del mismo modo los anticonceptivos hormonales podrían llamarse más acertadamente disruptores endocrinos exógenos, xenoestrógenos o disruptores hormonales químicos.
Otro aspecto que es necesario mencionar es que los fármacos de la píldora no son hormonas. Tus hormonas ováricas son el estradiol y la progesterona (las cuales son hormonas humanas esenciales para la fisiología) y tienen muchos beneficios, no sólo para la reproducción, sino también para el estado de ánimo, los huesos, la tiroides, los músculos y el metabolismo. La píldora clásica sin embargo, es una combinación de dos hormonas sintéticas: el etinilestradiol y una progestina como el levonorgestrel. Técnicamente, estas drogas solo se pueden considerar hormonas sólo si limitamos la definición de hormona a un mensajero químico. Pero no son hormonas humanas y no forman parte de la fisiología humana natural. Algo importante en este aspecto es que los anticonceptivos hormonales no contienen progesterona, contienen progestinas que son algo similar a la progesterona, pero que son molecular y funcionalmente muy diferentes. La progesterona, por ejemplo, mejora la salud mental y la cognición, mientras que una progestina como el levonorgestrel está relacionado con la depresión y la ansiedad. Otro ejemplo es el cabello. La progesterona ayuda a mejorar la salud del cabello y promueve su crecimiento. Su contraparte, el levonorgestrel, provoca la caída del cabello porque es similar a la hormona masculina de la testosterona.
USOS ACTUALES DE LA PÍLDORA ANTICONCEPTIVA
Aunque la píldora se diseñó originalmente para prevenir el embarazo, hoy en día se prescribe regularmente para un número creciente de problemas de salud que nada tienen que ver con el control de la natalidad. Tanto es así que de todas las mujeres que toman la píldora, una de cada tres la toma para regular su periodo. Es innegable que para reprimir los síntomas, los antinconceptivos hormonales (AH) funcionan muy bien, pero seamos claras: no te permiten ovular y si no ovulas no obtienes los beneficios de tus hormonas. Hoy en día casi todos los problemas asociados con el ciclo menstrual tienen como solución mágica la píldora, esto incluye: acné, dismenorrea (dolor en el período), menorragia (sangrado menstrual anormalmente abundante o prolongado), ciclos irregulares, amenorrea (cese temporal de la ovulación y la menstruación), síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), amenorrea hipotalámica, quistes ováricos, endometriosis, fibromas uterinos y la lista sigue….
EFECTOS SECUNDARIOS
En los EE.UU., los anticonceptivos hormonales tienen una advertencia con un recuadro negro. Cualquier droga con una advertencia de este tipo conlleva un riesgo significativo de efectos adversos graves o incluso mortales. Pese a todo ello, cuando se trata de los AH, lo que se destaca es su eficacia. Sus efectos secundarios tienden a ser minimizados y descritos como menores o leves, pese a que todas las mujeres que los usan se ven afectadas de una manera u otra.
Para empezar podemos decir que el mayor efecto secundario que tienen los AH es privarte de tu propia y beneficiosa progesterona mediante la supresión de la ovulación, que es, evidentemente, el objetivo. Dicho esto, los anticonceptivos hormonales someten además a tu cuerpo a una cascada de cambios hormonales que tienen efectos incalculables en cada parte de tu experiencia como mujer. Afectan a tu cuerpo físico (están asociados con una reducción del clítoris y disminución del grosor de los labios menores y la abertura vaginal), tu bienestar emocional (aumentando las posibilidades de experimentar depresión y ansiedad), tu vida sexual (disminución de la libido y aumento de las posibilidades de tener relaciones sexuales dolorosas), tu elección de una pareja íntima (lo cual afecta también genéticamente tu fertilidad), y perturban la forma en que tu cuerpo metaboliza y almacena los nutrientes (vitaminas B y otras).
¿CAUSA LA PÍLDORA DEFICIENCIAS NUTRICIONALES?
Los AH están asociados con el agotamiento de una serie de nutrientes clave como el Folato y Vitamina B6 (La deficiencia de folato aumenta el riesgo de desarrollar una infección persistente de VPH, displasia cervical y cáncer cervical). No sólo interrumpen las reservas de nutrientes, sino que también alteran el delicado equilibrio de los minerales en el cuerpo. De hecho, los AH se asocian con una reducción en los niveles séricos de zinc, selenio, fósforo, magnesio y coenzima Q10. Por si fuera poco, los requerimientos nutricionales de vitamina C, vitamina A y vitamina E aumentan significativamente cuando se toman AH porque el cuerpo metaboliza estas vitaminas de manera diferente. Por otro lado, los AH aumentan los niveles séricos de cobre, hierro, calcio y cadmio.
¿SON ACASO UNA FORMA DE CASTRACIÓN?
Para la doctora Lara Briden "La píldora es una forma de castración química que apaga las hormonas, apaga la libido, afecta el humor, afecta la vitalidad hormonal y la salud de la misma manera que la castración afectaría a los hombres"...Esto tiene sentido ya que la castración se refiere a cualquier acción, quirúrgica, química o de otro tipo, por la cual un hombre (o mujer) pierde el uso de sus testículos (ovarios en nuestro caso) y experimenta una caída significativa en sus niveles de testosterona (y progesterona en nuestro caso). Un dato curioso a este respecto ¿Sabías que la Depo-Provera (un AH inyectable) se usa para castrar químicamente a los delincuentes sexuales?. Esto es así ya que se ha demostrado que esta droga reduce la reincidencia en los delincuentes sexuales condenados, evitando que cometan nuevos delitos sexuales. Cuando se piensa de esa manera, suena absurdo dar a una mujer la misma medicación que se ha utilizado para castrar químicamente a los hombres y pensar que no tendrá ningún efecto adverso.
Es importante subrayar que en efecto la píldora es uno de los métodos más efectivos para evitar el embarazo y que en su momento marcó un hito para las mujeres ayudando a poner fin a algunas concepciones arcaicas, dándole a la mujer el derecho legal a la anticoncepción, lo cual es algo que todas debemos celebrar. La cuestión ahora no es tanto su eficacia, sino el precio que “paga nuestra salud” por algo que afecta a todas las mujeres que lo usan. Si todas las mujeres fueran plenamente asesoradas sobre los riesgos y beneficios de los AH, algunas mujeres elegirían nunca tomarlos, algunas los tomarían por un período más corto de tiempo, y otras a pesar de todo los seguirían tomando. Lo importante aquí es que cada mujer tenga la oportunidad de decidir qué es lo mejor para ella, teniendo en cuenta todos los hechos. Es inaceptable que se continúen prescribiendo AH sin proporcionar detalles completos sobre los efectos secundarios, más aún cuando la evidencia, valga la redundancia es evidente.
NOTA: Este artículo es una recopilación de información tomada de los siguientes libros:
- Hendrickson-Jack, Lisa. El quinto signo vital: Dominar sus ciclos y optimizar su fertilidad. Fertility Friday Publishing Inc. Edición de Kindle.
- Briden, Lara. Cómo mejorar tu ciclo menstrual: Tratamiento natural para mejorar las hormonas y la menstruación (Spanish Edition). GreenPeak Publishing. Edición de Kindle.